jueves, 26 de mayo de 2011

EDUCAR PARA UNA CIUDADANÍA RESPONSABLE


En este libro titulado “Educar para una Ciudadanía Responsable” el autor, Agustín Domingo Moratalla, ofrece a los educadores un conjunto de instrumentos con los que promover una ciudadanía responsable. Las reflexiones sobre la responsabilidad, la ciudadanía o el conjunto de claves que ofrece, tiene la finalidad de conocer el arte de aprender a prometer. Además, persigue que el lector descubra no sólo el valor de realizar y mantener promesas, sino el sentido que tienen éstas para capacitar personas que puedan decidir por sí mismas.
Analizando el Capitulo I: La Hora de la Responsabilidad Educativa, éste menciona la necesidad de educar no sólo para una responsabilidad personal, sino también para una responsabilidad comunitaria. En este sentido, una ciudadanía responsable es el resultado de una educación cívica integral donde los ciudadanos aprenden a comportarse como tales en la sociedad y con respecto a ellos mismos. De esta manera, se puede decir que la ciudadanía responsable es una práctica educativa porque requiere aprendizaje, entrenamiento y disciplina.

El material es muy completo y de fácil comprensión,  lo que permite que el lector profundice en su lectura. Lo que resulta más provechoso son los ejemplos de la vida diaria que se hacen.

Personalmente pienso que una de las cosas que más impactó en el taller y que dio paso a la reflexión de todos y cada uno de los compañeros, fue el haber puesto como ejemplo el no haber entregado a tiempo los libros que el profesor nos había cedido en calidad de préstamo. ¿Qué mejor ejemplo para hablar de responsabilidad que eso?

En cuanto a la aplicación que le daría a los conocimientos obtenidos en el tallar, pienso que los puse en práctica ese mismo día. Tuve la oportunidad de poner en práctica lo aprendido, pues a  mis compañeros de equipo (que eran dos) se tuvieron que ausentar de emergencia por motivos de salud, por lo que tuve que asumir responsablemente la actividad, a pesar de estar solo.

Por todo lo anterior puedo concluir que, educar  para una ciudadanía responsable es, en definitiva, educar en la consciencia personal y social, asumiendo que todos y cada uno de nosotros tenemos algo que aportar para lograr un mundo mejor y la dificultad para conseguirlo no ha de ser un obstáculo para intentarlo día a día.

miércoles, 25 de mayo de 2011

EL DOCENTE FORMADOR DE ÉTICA


           El educador necesariamente debe tener una formación ética firme para poderla transmitir y formar personas que posean también una buena base moral que les permita desempeñarse adecuadamente en el medio social en que están inmersas, manteniendo una relación de respeto por sí mismo y por los demás. El respeto debe ser el valor primordial para vivir en una sociedad justa y libre.

Los escenarios pedagógicos propicios para la formación de personas felices deben estar enmarcados en un contexto de amor, de valores, de conocimiento y de experiencias significativas. Estas cualidades sólo las ofrecen docentes que las posean y las transmitan. Un docente de alto nivel debe capacitarse y actualizarse académicamente, estar inmerso en los avances tecnológicos, saber de actualidad social pero preservar y practicar los valores aprendidos desde la escuela tradicional. Es imperante no olvidar que el buen ejemplo vale más que un gran discurso.
En tal sentido, resulta parte sustancial de esta formación ética que en el proceso formativo se propicie un clima en el cual tanto docentes como alumnos aprendan a escucharse el uno al otro, sin prejuicios y respetando sus diferencias.
Un profesor ético es, por consecuencia, una persona ética. Una persona que miente y engaña para su beneficio personal, o que es insensible a los sentimientos de otros, difícilmente pueda transformarse en un ser íntegro, con principios que le permitan ser un docente ético. En cambio, un profesor que se empeña en ser empático con sus alumnos y colegas, que aspira a ser justo, amable, confiable, responsable y honesto, y que muestra coraje en su rol profesional, probablemente comprende y aprecia la importancia de tales virtudes en su vida diaria.

La formación ética de los alumnos demanda un compromiso del docente consigo mismo para desarrollar un trabajo responsable. Ello le permite conocerse mejor como ser humano, de manera tal que llega a manejar de forma consciente sus ideas, afectos y emociones. Lamentablemente, existen profesores que desarrollan el proceso de enseñanza-aprendizaje no siendo conscientes de lo que sus acciones pueden provocar en sus alumnos.

Evidentemente, esto demanda que el profesor desarrolle una sólida capacidad de mirarse a sí mismo, a las relaciones que establece con sus pares, y a las interacciones que construye con sus alumnos. Esto último tiene una importancia significativa, ya que los alumnos aprenden a ser éticos a través de sus experiencias con los docentes.

REFLEXIONES ÉTICA HOY


          Ante la “crisis de valores”, tan frecuentemente mencionada como una de las causas de la degeneración social y moral que se vive en nuestros días, surge de manera imperiosa la necesidad de plantearnos una evaluación exhaustiva para poder afrontarla.

          Considerando que el espacio educativo es clave para la formación integral, tanto personal como profesional de los alumnos, resulta indispensable que los principales actores de este proceso, los docentes, logren demostrar que no solo son eficientes especialistas, sino también buenas personas. He aquí la necesidad de reformular la formación docente tradicional, a través de una reflexión continúa de sí mismo y de sus interacciones en el aula.

          El profesor debe ser consciente de las consecuencias de sus acciones, así como del rol que le toca cumplir como agente moral en el proceso educativo. Fomentar la autonomía docente es un objetivo imprescindible en esta formación ética, al permitir que el profesor se haga responsable de sus acciones y de los resultados de las mismas.

Finalmente, todo esto no será posible si la sociedad no empieza a tomar conciencia de la tremenda responsabilidad que el profesor tiene entre sus manos: la formación de seres humanos. Por ello, debe comenzar a desarrollarse una mayor valorización de la función docente.

martes, 24 de mayo de 2011

HISTORIA Y CONCEPTUALIZACIÓN DE LA ÉTICA

Después de tantos años estudiando la ética, he llegado a la conclusión
 de que toda ella se resume en tres virtudes: coraje para vivir,
generosidad para convivir, y prudencia para sobrevivir.
Fernando Savater


Si se buscara dar un concepto completo sobre lo que es la ética, pudiera decirse que es el conjunto de principios, valores, costumbres y normas de conducta, adquiridos, asimilados y practicados de un modo estrictamente racional o consciente. Corresponde al ejercicio libre y consciente de la razón para justificar nuestros actos desde el punto de vista del bien y del mal.
Dicho de un modo más conciso y concreto, la ética es la manera de ser impuesta por el colectivo, que se encarga de estudiar los actos del ser humano.
Los objetivos de la ética son los actos humanos (desde el punto de vista del bien), libres y deliberados, debido a que determinan el carácter (modo de ser adquirido por hábito y por lo tanto determinantes de nuestras vidas).
Todos los actos que no tengan la voluntad de la persona, que estén ausentes de libertad de expresión o que esas personas estén influidas por otras, esos actos no entraran en la ética. Ya que en la ética se habla sobre el acto del bien y la libertad para expresarse.
Cada persona realiza sus actos como él cree que son correctos, pero a veces no nos podemos dejar influir por los demás, tenemos que decidir cuál es lo correcto y cuál es lo incorrecto y sobre todo lo que puede perjudicar a otras personas.
En general el ser humano realiza actos buenos, los cuales son guiados, por medio de la conciencia, la cual nos clarifica, que actos son correctos e incorrectos.

lunes, 23 de mayo de 2011

EL EDUCADOR NECESARIO HOY...

En este siglo es importante validar el tipo de educación que debemos transmitir a los estudiantes, que no se debe entender como una simple entrega de conocimientos a algo o alguien que debe ser llenado, es el entregar el día a día, el ser parte de la vida misma del estudiante, entender sus fortalezas y debilidades obteniendo oportunidades para que ese ser humano que estamos formando crezca y aprenda a desenvolverse en este mundo convulsionado.
El docente de hoy debe salir de lo tradicional y adaptarse a lo complejo, que parafraseando al Dr. Morín: la complejidad es la articulación adecuada de lo desarticulado, en la complejidad no se busca suprimir disciplinas, al contrario se busca hacerlas más útiles coordinándolas e integrándolas, lo cual implica una educación mental y una estructura de pensamiento capaz de afrontar la complejidad... la cual es el mejor antídoto contra los pensamientos únicos. El docente de hoy debe ir más allá de ser experto o especialista en una determinada área, este no solo debe interesarse en la parte académica, también debe ver la parte humana, visualizar al estudiante de manera holística- integral.